En este post vamos a abordar los beneficios para las organizaciones de adoptar soluciones de nube híbrida; un modelo que se está imponiendo bajo un esquema de proveedores múltiples además, como ya tuvimos ocasión de abordar, dadas sus ventajas pese los retos que conlleva, que también desgranaremos en esta publicación.
El despegue de las soluciones de nube híbrida se entiende por la necesidad de conciliar la escalabilidad y el ahorro de costes de infraestructura que da la nube pública, con el control y la personalización de la privada, la cual permite particularizar aspectos tan básicos como la seguridad, más allá de las posibilidades al respecto que pueda ofrecer un proveedor de servicios cloud.
La nube híbrida combina así servicios de nube privada y pública, permitiendo la portabilidad de datos y aplicaciones entre ambas infraestructuras, de lo que se deriva una arquitectura cloud más adaptable, y que proporciona más oportunidades de optimización de recursos y de mejora de la eficiencia operativa.
Ventajas de migrar a la nube híbrida
Esta solución mixta aporta flexibilidad a las organizaciones a la hora de utilizar recursos locales o de nube pública de acuerdo a sus necesidades específicas, armonizando seguridad, rendimiento y ahorro de costes.
De este modo, se pueden preservar datos y aplicaciones sensibles en la nube privada, y dejar el resto para que se ejecuten en la nube pública, lo que mejora la protección de activos críticos y la eficiencia operativa, tanto en el almacenamiento como en el uso de la información almacenada. Y dado que el grueso de esta sigue confiándose a proveedores cloud que brindan escalabilidad, se optimizan también los costes, con lo que se cerraría un triángulo virtuoso.
Bajo este esquema de nube híbrida, las empresas se aseguran la disponibilidad de recursos de cloud pública escalable para hacer frente a picos de demanda sin necesidad de invertir en hardware costoso, y que los datos sensibles queden a buen recaudo en la infraestructura privada, con las políticas de acceso y uso totalmente configuradas a medida de las necesidades de la organización a efectos de seguridad y cumplimiento normativo.
Además, combinar ambos modelos en un sistema de nube híbrida también ayuda a tener una infraestructura más resiliente, facilitando la recuperación de desastres y asegurando la continuidad de operaciones ante cualquier eventualidad, al disponerse de la nube pública si la privada falla y viceversa, en caso de que se tengan que utilizar los recursos propios para proseguir con la operativa de la empresa si el proveedor del servicio de cloud pública tiene problemas de funcionamiento, interrupciones o incluso experimenta un ciberataque, que con un modelo híbrido implantado nunca podría acceder a la información y aplicaciones sensibles de la organización, resguardadas en el entorno local.
Retos que plantea la nube híbrida
Pero la solución mixta, también entraña sus desafíos, ya que manejar una infraestructura híbrida puede ser complejo, dada la necesidad de integrar y gestionar la nubes pública y privada de manera cohesiva.
Para empezar, cabría asegurar que las aplicaciones y los datos sean completamente compatibles y portables entre ambos entornos.
Además, en el ámbito de la ciberseguridad pueden generarse fricciones entre las políticas de protección y cumplimiento normativo que se han establecido en la infraestructura local y las que ofrece el proveedor de servicio de cloud pública, lo que se traduce en un diferente tratamiento de la información de la empresa que puede resultar problemático, por mucho que se deriven los datos más críticos a la nube privada para gestionarlos de manera particularizada.
Asimismo, el modelo híbrido no exime de tener que seguir optimizando el control de los recursos de nube pública, debido a que estos pueden ser escalables en el sentido de aumentar las capacidades para dar respuesta a los picos de demanda, pero también lo pueden ser en el de aumentar los costes, cuando estos van en función de las prestaciones que se tengan que desplegar.
La migración a la nube híbrida
La implantación del modelo híbrido requiere varios pasos, que comenzarían por la evaluación de las necesidades de la empresa y de sus sistemas TI, para proseguir luego con la elección de los proveedores y tecnologías más acordes. A este respecto, conviene valorar la aportación de un servicio de consultoría externa especializado que ayude a escoger las mejores opciones, no ya porque unas puedan ser objetivamente mejores que otras, sino más bien porque la idoneidad de las soluciones y condiciones que ofrece un proveedor determinado variará en función de las necesidades de cada empresa. Y sobre todo, hay que tener en cuenta que el modelo que se está imponiendo en la actualidad es el de multiproveedor, que permite a las empresas aprovechar las mejores características y servicios de distintos proveedores, optimizando así su infraestructura híbrida para obtener rendimiento, flexibilidad y una buena relación coste-efectividad.
Adicionalmente, la ayuda de una consultoría externa experta puede hacer una contribución esencial para planificar la migración a todos los niveles: desde cómo va a ser la distribución de datos, aplicaciones y cargas de trabajo por los distintos entornos; hasta todo lo relativo a los tiempos de implementación del proceso, con el objetivo de afectar lo menos posible a la operativa de la organización.
Después de las fases de elección y planificación, vendría la de implementación, en la que se despliega y configura la infraestructura necesaria para soportar un entorno híbrido, tratando de asegurar una plena interoperabilidad entre la nube privada y pública para que, por ejemplo, no haya discontinuidades en la experiencia de los usuarios que usan los sistemas de la empresa por diferencias en el rendimiento, la accesibilidad o disponibilidad de los servicios y aplicaciones.
La última fase del proceso sería la migración de aplicaciones y datos al entorno híbrido, para lo que se recomienda la realización de testeos previos para comprobar compatibilidades, así como poder identificar y resolver problemas potenciales, que requieran por ejemplo adaptar alguna aplicación. Todo ello, bajo el prisma siempre de asegurar una transición suave y efectiva sin discontinuidades operativas.
Especialistas en entornos híbridos
En ITRES tenemos una gran experiencia en el despliegue de soluciones en la nube a medida para todo tipo de organizaciones.
Así, aportamos todo el saber hacer necesario para analizar, diseñar, planificar y construir entornos cloud de alto rendimiento, que pueden incluir funcionalidades de nube pública, híbrida y privada.
Para ello, utilizamos tecnologías de Nutanix y VMWare, que posibilitan a las empresas disponer de nube privada de acuerdo a un esquema adaptable, que hace factible que puedan alojarla en sus centros de datos, en el nuestro o en los de otro proveedor.
Además, trabajamos con los principales proveedores de cloud pública: AWS, Azure y gCloud, lo que nos permite facilitar a los clientes el acceso a los servicios en este tipo de nube en las condiciones más ventajosas para ellos.
Asimismo, con la tecnología Cloud Foundation de VMWare podemos llevar a cabo la implementación y ejecución de nubes híbridas con una infraestructura integrada (recursos, almacenamiento, red y seguridad), y ofrecer servicios de gestión para operar tanto en entornos públicos como privados.
También, aprovechamos las virtualidades de Cloud Foundation para favorecer un despliegue rápido de la nueva infraestructura, y simplificar el proceso de transición.