En este post vamos a abordar las características distintivas de backups y snapshots, las limitaciones que tienen los segundos, así como la complementariedad de ambas soluciones a la hora de trazar estrategias eficientes para la protección de datos en las organizaciones.
Copias de seguridad
Las copias de seguridad o backups son duplicados de los datos almacenados en una ubicación separada del sistema original, lo que permite recuperar información en caso de borrado involuntario, corrupción de los archivos o desastre (ya sea accidental o fruto de un ataque). Estas copias pueden guardarse en servidores locales, en la nube o en dispositivos externos.
Snapshots
Los snapshots, en cambio, son imágenes del estado de un sistema o recurso de almacenamiento en un momento determinado. Al no duplicar los datos y registrar únicamente las diferencias con respecto a un punto anterior, se usan exclusivamente para restauraciones rápidas, que posibiliten, por ejemplo, revertir una actualización fallida sin necesidad de restaurar una copia de seguridad completa.
Así, vemos que los snapshots tienen una gran utilidad, aunque distan de suponer una solución completa de respaldo, ya que dependen del sistema a partir del que fueron creados, de manera que si este falla o es comprometido se pierden junto a los datos originales.
Para que se entienda mejor, pongamos por caso que hay un servidor en el que se almacenan los datos críticos para la operativa de la empresa, y en él se generan snapshots diarios para facilitar la recuperación rápida en caso de fallos. Si esta unidad física sufre una avería crítica en su hardware todo el almacenamiento queda comprometido, incluyendo los snapshots al estar ligados al mismo sistema. Ante un escenario como este, solo una copia de seguridad depositada en un medio externo permitiría recuperar los datos de forma segura.
Además, los snapshots no protegen contra ataques de ransomware, una de las amenazas más temidas y en expansión en el ecosistema digital actual. Esta carencia obedece a que si el sistema de almacenamiento es vulnerado, los snapshots pueden ser modificados o eliminados por los atacantes, por lo que una vez encriptados los datos por ellos el acceso a la información será imposible sin la clave de descifrado o una copia de seguridad almacenada en un entorno seguro y externo.
Asimismo, al margen de estas limitaciones, los snapshots también ofrecen ineficiencias prácticas, como el consumir grandes cantidades de espacio a medida que se generan múltiples versiones con cambios acumulativos.
Por todo lo referido, deben utilizarse como un complemento a las copias de seguridad y no como un sustituto de estas.
Estrategias de protección de datos que integran backups y snapshots
La combinación de las copias de seguridad y los snapshots permite conjugar la protección continua de los datos con la recuperación rápida coyuntural.
De este modo, se puede utilizar la retracción a momentos previos del sistema para obtener restauraciones inmediatas de datos en caso de fallos o errores operativos, mientras que las copias de seguridad garantizan la preservación de la información en entornos externos, para guarecerla de desastres naturales o sabotajes directos que afecten a los soportes físicos, ciberataques o corrupciones de datos.
Aunque, más allá de adoptar una estrategia combinatoria de ambas soluciones, también cabría desplegar buenas prácticas clave, como realizar backups incrementales para optimizar espacio de almacenamiento y el tiempo que lleva la ejecución del proceso.
Igualmente, los datos salvaguardados habrán de encriptarse para garantizar su confidencialidad, evitándose su exposición en caso de que los archivos de respaldo se vean comprometidos.
Además, hay que emplear una ubicación distinta para el almacenamiento de las copias de seguridad, ya se utilicen recursos de infraestructura física propia o de un servicio en la nube que aporte la cobertura de backup as a service, para prevenir cualquier percance o ataque directo que se pueda dar en la sede principal.
Adicionalmente, cobra relevancia mantener múltiples copias de seguridad, probar regularmente la integridad de los backups, y automatizar el proceso tanto de estos como de los snapshots, para asegurar que sean ejecutados de manera regular sin necesidad de intervención manual, falible por naturaleza.
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