La monitorización de la infraestructura de TI resulta esencial para las empresas, ya que la supervisión continuada de los sistemas informáticos permite a las organizaciones detectar problemas y prevenir incidentes críticos, contar una óptima notificación de avisos, extraer todas las potencialidades de los recursos de hardware y software así como mejorar la atención al cliente en base a un eficiente funcionamiento de la tecnología que soporta el servicio que se le ofrece.
Por si todo esto fuera poco, una adecuada monitorización de los sistemas de información ahorra además dinero, tanto de manera directa en costes como indirecta en tiempo.
Pero para que una empresa pueda beneficiarse de toda estas ventajas resulta imprescindible diseñar, desarrollar y operar día a día un buen sistema de monitorización, que deberá supervisar desde el estado de la red, a los procesos en ejecución, las métricas de memoria y almacenamiento, pasando, para ser verdaderamente eficientes, por chequeos mucho más específicos dependiendo de cada uno de los servicios monitorizados. Algo que requiere disponer de la tecnología adecuada y, no menos importante para obtener de verdad un valor, implementar un óptimo protocolo de resolución de incidencias.
¿Cómo realizar la monitorización de los sistemas TI?
La monitorización permite el conocer a tiempo quasi-real el estado de los sistemas de información, las causas que originan los incidentes, así como chequear en cualquier momento los elementos y activos más críticos.
Además, las monitorización del sistema de información mejora la diligencia y eficacia de las tareas de administración del sistema, puesto que nos permiten conocer parámetros de configuración a mejorar, así como prevenir problemas de faltas de recursos,y facilitan desde inventariar los sistemas, pasando por detectar procesos problemáticos que requieren de análisis a configurar alarmas, que por ejemplo avisen de cuando se llega a un determinado nivel de ocupación del espacio de una unidad de almacenamiento.
Asimismo, tener información fidedigna del uso de los sistemas posibilita la detección de tendencias y por tanto una planificación del crecimiento que sea escalable, con todo lo que esto comporta en ahorro.
Pero para que todo esto se materialice es imprescindible llevar a cabo una serie de pasos, comenzando por la realización de un examen pormenorizado del sistema, un inventario exhaustivo que incluya todos los datos esenciales del sistema de información (elementos, tecnologías, direcciones, redes, etc), y establezca también su relevancia dentro del conjunto de la infraestructura en una escala de uno a diez.
Seguidamente, se definirían las alarmas para cada uno de ámbitos comprendidos en la infraestructura: redes, servicios de red, servidores, aplicaciones… haciéndolo de forma particularizada para cada tipo de componente, elemento y fabricante, así como atendiendo a unos determinados umbrales que se establezcan.
Definición de un protocolo de comunicación y actuación
Después, llegaría el momento de establecer el protocolo de actuación ante incidentes en los sistemas de TI, que habrá de comprender tanto los canales de comunicación que se usarán (mail, SMS, notificaciones push, etc.) como el procedimiento que se va a seguir para dar respuesta a cada incidencia, teniendo siempre la vista puesta en garantizar la integridad de la totalidad de la infraestructura y la continuidad de las operaciones.
Bajo este prisma, primero se identifican y establecen los tipos de soporte que se van a ofrecer y quiénes van a proporcionarlo, pudiéndose por ejemplo implementar protocolos de respuesta escalonados (incidentes convencionales son resueltos por un grupo y críticos por otro), teniendo así un soporte multinivel en en niveles N1, N2 e, incluso, N3.
Igualmente, también habría que fijar la cobertura que va a tener el soporte, es decir los horarios en los que se ofrecerá el mismo, resultando como es lógico lo más conveniente que la monitorización se extienda el mayor tiempo posible.
Despliegue del servicio de monitorización
Una vez definidas todas las cuestiones de partida, llega el momento de desplegar el servicio de monitorizción en sí, que requerirá:
- Establecer un sistema de comunicación que facilite la transferencia y notificación de alertas, siendo la mejor solución en este sentido una herramienta específica de gestión de incidencias.
- Instalar y configurar el software de gestión de incidencias.
- Instalar y configurar el software de monitorizción.
- Pautar las características del servicio: el tipo de alertas que van a resolver, el tiempo asignado a cada una de ellas, etc.
- Fijar las KPIs que se van a monitorizar, realizándose una clasificación por tipo de elemento y gravedad.
- Prever la aplicación de mecanismos que permitan detectar si existen soluciones preexistentes que se hayan desplegado con anterioridad ante determinado problema, algo que puede suponer un importante ahorro de tiempo y energía.
En ITRES tenemos una amplísima experiencia ofreciendo servicios de monitorización de sistemas de TI a empresas de todos los sectores de actividad. Para ello, utilizamos tecnología Zabbix y nos servimos de un centro de soporte N1 + N2 propio que ofrece servicio 24/7/365 y está operado por un equipo de especialistas multinivel formados y certificados en las principales tecnologías del mercado.
Así, garantizamos una respuesta rápida ante cualquier incidencia, velando por la integridad de las infraestructura tecnológica de nuestros clientes y asegurando la continuidad de sus operaciones, y todo ello además al mejor coste posible. ¡Contáctanos y te informaremos más en detalle sobre todo lo que podemos ofrecer a tu negocio en este ámbito!
